Turquía ha pasado recientemente por unas elecciones muy esperadas, generando una emoción significativa.
El presidente Recep Tayyip Erdogan emergió victorioso en las recientes elecciones presidenciales de Turquía, consolidando su gobierno durante una tercera década consecutiva. En la decisiva segunda vuelta electoral del domingo, Erdogan prevaleció sobre su principal oponente, Kemal Kilicdaroglu, el líder de la oposición. Este significativo triunfo electoral asegura la continuidad del liderazgo de Erdogan en el país.
El éxito electoral de Erdoğan, sin duda, tendrá implicaciones de gran alcance en varios aspectos de la gobernanza de Turquía, incluyendo su economía, el trato a los grupos minoritarios y los refugiados, su posición en el escenario global y los problemas de vivienda, incluyendo su programa de Ciudadanía por Inversión.
Este panorama político genera incertidumbre sobre el futuro del Programa de Ciudadanía por Inversión de Turquía, una opción popular para aquellos que buscan una segunda ciudadanía y los beneficios de vivir en Turquía.
Un Camino Lleno de Obstáculos Para el Programa
Esta no fue la primera restricción relacionada con el programa. En junio de 2022, el gobierno turco aumentó la cantidad que los extranjeros deben invertir en propiedades para ser elegibles para la ciudadanía, en un esfuerzo por aliviar los desafíos financieros del país.
Anteriormente, los extranjeros necesitaban invertir $250,000, pero la nueva legislación requiere una inversión mínima de $400,000. La compra debe realizarse a través de un banco turco y la propiedad no puede venderse durante tres años. Los ciudadanos extranjeros que cumplan con estos criterios, así como sus cónyuges e hijos menores de 18 años, recibirán automáticamente pasaportes turcos. El gobierno buscaba atraer inversiones extranjeras, reducir el déficit de cuenta corriente y apoyar los sectores inmobiliario y de la construcción.
Sin embargo, se han planteado preocupaciones sobre el potencial aumento de los precios de la vivienda y la necesidad de contar con instalaciones educativas y sociales adicionales para dar cabida al creciente número de ciudadanos extranjeros. Si bien ofrecer la ciudadanía a través de inversiones es común en Europa, algunos legisladores de la oposición han solicitado una prohibición temporal de la venta de propiedades a extranjeros. También se insta al gobierno a vigilar de cerca el sector para prevenir abusos y garantizar una regulación estricta.
Posible Cierre
Hoy, en medio del trasfondo de las recientes elecciones ampliamente esperadas, los informes indican que el programa puede estar en riesgo de cierre. Varios factores contribuyen al posible cierre del Programa de Ciudadanía por Inversión de Turquía.
Las consideraciones económicas también desempeñan un papel en el futuro incierto del programa. Si bien el programa genera ingresos para el gobierno, los críticos argumentan que los costos superan a los beneficios. La afluencia de ciudadanos extranjeros sobrecarga los servicios públicos como la educación y la atención médica, y la mayor competencia en el mercado laboral dificulta que los lugareños encuentren empleo. Además, el aumento de los precios de la vivienda plantea desafíos para los lugareños en cuanto a la asequibilidad de la vivienda.
Además, los recientes cambios normativos implementados por el Ministerio de Medio Ambiente, Urbanización y Cambio Climático sugieren un esfuerzo deliberado por parte del gobierno actual para introducir barreras para los extranjeros que buscan obtener la ciudadanía turca a través de la inversión. Estos cambios, vigentes desde el 1 de enero de 2023, incluyen restricciones en la compra de propiedades de alto valor y limitaciones para las empresas turcas con accionistas extranjeros.
Un Futuro Incierto
Las acciones del gobierno indican una preferencia por controlar y prevenir el mal uso de los contratos de venta notariados, lo que podría perturbar los modelos de negocio establecidos y los derechos de propiedad. Esto podría llevar a una disminución en la demanda de propiedades de lujo y a una caída en las adquisiciones a través del programa de inversión, lo que señala un enfoque proactivo hacia un posible cierre.
Si bien el cronograma exacto y la certeza del cierre aún no están claros, es evidente que el gobierno turco está considerando activamente las preocupaciones y evaluando el futuro del programa. Como resultado, se recomienda a las personas que estén considerando la ciudadanía turca a través de la inversión que actúen con prontitud para asegurar su participación en el programa.
